Luchino Visconti, el soñador neorrealista
Luchino Visconti, el soñador neorrealista El conde milanés Luchino Visconti, descendiente de una nobleza que en un mundo como el de hoy no parece más que una circunstancia, pasó a la historia no por su origen sino por su eminente trabajo como cineasta, autor de títulos fundamentales, varios de ellos vinculados y representativos del neorrealismo italiano. Allí están, para probarlo, “Obsesión”, “Las noches blancas”, “La tierra tiembla”, “Senzo”, “Muerte en Venecia”, “El gatopardo”, “Los malditos” y “Grupo de familia”. Cineasta sensible, consciente de su condición homosexual -que le llevaría a elegir ciertos tipos de actores a los cuales consideraba modélicos para sus películas- en Visconti reside la certeza por capturar el instante preciso en el cual se consuman hechos definitivos. Esta es una característica puntual de su primer filme, “Obsesión” (1943), considerado como el trabajo que inaugura la influencia del neorrealismo. Massimo Girotti se une a Clara Calamai en e