Entradas

Mostrando las entradas de 2018

Roma

Imagen
Es cierto, por una parte, que “Roma” tarda demasiado en comenzar y utiliza morosamente el tiempo en anticipos de lo que realmente constituye el relato que narra el film. Esto puede contribuir a cierto cansancio del espectador, o hasta alguna no declarada indiferencia, sobre todo si la cinta se promociona como uno de los grandes éxitos del año. Por otra parte el director Alfonso Cuarón, un mexicano que vuelve a su país luego de los lauros obtenidos con “Gravity” y quien comenzó a destacar con la “road movie” “Y tu mamá también”, intenta tal vez aquella película de “arte y ensayo” a la que aspira generalmente un cineasta influenciado por los grandes maestros y poetas del cine, digamos Bergman, Antonioni, Tarkovsky y Bresson, por citar unos cuantos.  Pero, lamentablemente, Cuarón no acierta en ese deseo que aún así    se plasma en la pantalla, a través de planos secuencia, planos generales, y sobre todo en la oposición de clases sociales que muestra a la familia acomodada de

Camino a la perdición

Imagen
“Camino a la perdición” Por Jorge Zavaleta Balarezo “Camino a la perdición”es el segundo largo del británico Sam Mendes, cuyos orígenes se remontan a la escena teatral, y que dirigió, con buena fortuna la ganadora del Oscar “Belleza americana”. En ella, Mendes nos presentaba a una familia promedio de la trivializada sociedad de consumo de EE UU, con sus filias y sus fobias, sus encuentros y desencuentros. Ahora, más bien, el cineasta cambia el registro y se traslada a la década de los 30, siempre en Norteamérica, época de gángsters, mafia, prohibición y la histórica Depresión. Es en este ambiente donde conocemos a Michael Sullivan (Tom Hanks), un sicario de la mafia que le debe su crianza, y por ello le sirve a ese especie de “don” irlandés que representa John Rooney (Paul Newman, en la etapa invernal de su carrera). Pero el relato se concentrará en la relación padre-hijo entre Sullivan   y el Michael de doce años (Tyler Hoechlin). Este, por curiosidad pero

Bohemian Rhapsody

Imagen
“Bohemian Rapsody” es un vívido y logrado retrato de la vida y carrera de Freddie Mercury y la afamada banda Queen. Para los fanáticos y seguidores mucho de lo que muestra la película no será más que recreación puntual de lo ya conocido, pero para los neófitos y debutantes las imágenes de esta película representarán una novedad sin atenuantes. El director Bryan Singer, quien se dio a conocer en los años 90 con una película que hoy es de culto, “Sospechosos comunes”, logra ensamblar, a través de logradas secuencias, los aspectos más relevantes en la existencia de un ídolo del rock y va en busca de sus raíces familiares, como de su talento y dones innatos para la música al tiempo que toca el tema de la homosexualidad de Mercury como un asunto que cobra vigencia y gravedad cuando se contagia de sida. Y en el arco temporal que “Bohemian Rapsody”   plantea está contenida toda la historia de Queen, por lo tanto está contada al ritmo de sus más relevantes éxitos , desde el que da

Del terror y otros demonios (cinéfilos)

Imagen
Recuerdo haber presenciado en mi niñez, en la década del 70, desde los primeros años en que ya el cine me llamaba con pasión, y luego también en parte de mi adolescencia, esos “clásicos del terror” con los que se impuso la productora inglesa Hammer a fines de los años 50. Turgentes y bellas rubias huían y eran víctimas, finalmente, de monstruos y bestias, en películas protagonizadas ya sea por Peter Cushing, Christopher Lee o Vincent Price, entre los más conocidos, y que actuaron y a veces dieron vida a míticos seres para nada normales: Drácula, el Hombre Lobo, La Momia, entre muchos otros. Las blondas damiselas de la Hammer escapaban a gritos, horrorizadas, en parajes misteriosos. Los monstruos hacían de las suyas. Quedaba yo sorprendido en aquel despliegue intenso en ambientes turbios, oscuros, crueles y ominosos. Un universo que, con el tiempo, me llevaría a otras obras singulares, filmadas antes de que yo viera este mundo o lo conociera muy poco. Dos ejemplos: “La no

Madame

Imagen
Detrás del empaque de película europea con aire hollywoodense y reparto internacional,   Madame toca un tema más grave y sensible que es en realidad el principal y el que guía la trama. El matrimonio de afortunados seres formado por Harvey Keitel y Toni Collete (en una transformación física de veras sorprendente) organiza en su mansión parisina una cena en la que sin embargo y haciéndole caso a la mala suerte, Tori advierte que totalizarán trece asistentes. Entonces recurre a Rossy De Palma -sí, la “chica Almodóvar”- para que complete el número correcto y ahuyente la mala suerte. Solo que ella -oh, los detalles- es mucama de la familia, una migrante española con una hija fuera que sufrirá más de una humillación a lo largo de la historia a la vez que vivirá su cuento de hadas, y de amor. Mas Toni Collete parece una hada malévola o una bruja queriendo arruinar todo lo que a Rossy le sale tan bien. Con todo, no hay que ser tan inocentes y esta aparente comedia negra y adulta po

David Lynch, sueños y pesadillas

Imagen
David Lynch, sueños y pesadillas Por Jorge Zavaleta Balarezo “Mulholland Drive”, la célebre película de David Lynch conocida entre nosotros como “El camino de los sueños”, inquietó, sedujo y confundió a más de un espectador en cada lugar del orbe donde pudo verse. El hasta ahora último largometraje de Lynch, del año 2002, (luego ha rodado los cortos “Rabbits”   y   “Darkend Room”)   nos da mucho más de una clave -pese a su enmarañado argumento- para acercarnos, otra vez, al universo de un cineasta tan complejo, amante de lo onírico, lo surrealista y la fascinación por lo oscuro de nuestras conciencias. Precisamente Lynch inició este camino en su ya ahora lejana “Cabeza borradora” (1976) y luego se adhirió al “mainstream”, o el circuito comercial de Hollywood, con obras impactantes, como “El hombre elefante”, o menores como “Duna”. No sin razón, ciertos críticos y conocedores estiman que   “The straight story” (1999) es su obra maestra: la jornada de un hombre, en

La Cardinale

Imagen
La Cardinale Por Jorge Zavaleta Balarezo Claudia Cardinale, la CC, cumplió 80 años hace unas semanas. Recordamos, quizá sea una ilusión de la infancia, la primera vez que la contemplamos en la pantalla, con su figura esplendorosa y tremendamente femenina. Luchino Visconti se encargó de enmarcarla dentro del concepto de “diva” con el rol que le dio en “El gatopardo” según la novela de di Lampedusa. Fellini también realzó la belleza de la CC en “Ocho y medio” esa introspección a un tiempo híbrida, misteriosa y fantasmal donde el hoy fallecido Marcelo Mastroianni buscaba claves que pocos captaban. Y es que Fellini era Fellini. Pues bien, nuestra madre, cinéfila incurable, que nos trasmitió el vicio y el placer de las imágenes en movimientos (¡Benditos sean los Lumière!), fue la encargada de presentarnos a la CC. Tanto nos hablaba de ella, de su fama y de su belleza que ya teníamos una idea, aunque sea vaga, de esta dama del cine que, como Catherine Deneuve, Charlott

Luchino Visconti, el soñador neorrealista

Imagen
  Luchino Visconti, el soñador neorrealista El conde milanés Luchino Visconti, descendiente de una nobleza que en un mundo como el de hoy no parece más que una circunstancia, pasó a la historia no por su origen sino por su eminente trabajo como cineasta, autor de títulos fundamentales, varios de ellos vinculados y representativos del neorrealismo italiano. Allí están, para probarlo, “Obsesión”, “Las noches blancas”, “La tierra tiembla”, “Senzo”, “Muerte en Venecia”, “El gatopardo”, “Los malditos” y “Grupo de familia”. Cineasta sensible, consciente de su condición homosexual -que le llevaría a elegir ciertos tipos de actores a los cuales consideraba modélicos para sus películas- en Visconti reside la certeza por capturar el instante preciso en el cual se consuman hechos definitivos. Esta es una característica puntual de su primer filme, “Obsesión” (1943), considerado como el trabajo que inaugura la influencia del neorrealismo. Massimo Girotti se une a  Clara Calamai en e

Maestros del cine

Imagen
Si nos ponemos a pensar en los principales directores de la historia del cine, aquellos considerados maestros, en realidad sólo nos quedaremos con unos cuantos. Tratar de hilvanar un relato a partir de ellos y de sus películas, ahora puede resultar más fácil, porque vivimos en una época de divulgación, consumo e intercambio de información. ¿Artes vecinas al cine como la publicidad o el vídeo clip hacen guiños o referencias múltiples a hechos y actos de cine precisamente creados por los grandes maestros. Consideremos por un momento, por ejemplo, la obra de David W. Griffith. Con él nace no sólo el cine moderno estadounidense sino que gracias a su obra, compuesta de cortos muy originales y de largometrajes históricos como El nacimiento de una nación, Intolerancia y Pimpollos rotos, se abre camino a una serie de descubridores y pioneros de la imagen en movimiento. Recordemos que Griffith usa acertadamente el montaje paralelo y nos obliga a pensar seriamente acerca de las escenas q

De remakes, éxitos y fracasos

Imagen
De remakes , éxitos y fracasos Por Jorge Zavaleta Balarezo Las carteleras de Hollywood y, por lo tanto, del mundo, están llenas de ellos. Como suele decirse en estos casos, los hay de todo tipo y para todos los gustos. Y ante una sequía creativa que ya lleva un buen tiempo, y que solo confirma la crisis de la industria, los remakes son esa expresión crítica, en el mal sentido, tardía, y por lo general nada luminosa (con honrosas excepciones) que aún así concentra la atención del espectador acostumbrado al cine de entretenimiento más o menos ligero (¿hay otro?, claro que sí, y exige más atención pero ese en Lima se conoce por su ausencia). Nuestros multicines, como colonias o satélites del Gran Hermano hollywoodense, reproducen sus productos empacados. Hablemos solo de los últimos meses: La profecía , Poseidón , Los tuyos, los míos y los nuestros , Los duques de Hazzard , King Kong , Guerra de los   mundos , Sr y. Sra. Smith , Asalto a la cárcel 13 , La casa de cera , La

Exótica

Imagen
“Exótica” Por Jorge Zavaleta Balarezo Una cinta que es verdadera sorpresa en la cartelera: “Exótica”, del armenio Atom Egoyan, de quien apenas hemos visto en Lima la magnífica “El filo de la inocencia”, hace un par de años. Mucha atención a “Exótica”, que, cuando escribimos estas líneas, recién se ha estrenado, pero, seguramente,  no debe convocar grandes públicos, ante la inminente invasión de “Matrix recargado”. Algo más: la proyección en El Pacífico es una ofensa al espectador tanto como la desfachatez de la distribuidora que nos entrega una copia de muy mala calidad. Pues bien, “Exótica” (1994) revela las constantes del cine de Egoyan: personajes oscuros en conflictos demasiado internos, un argumento que los relaciona quizá hasta casualmente, y una historia fragmentada que se irá recomponiendo hacia al final, porque ese es el estilo del cineasta: marcar pautas de un misterio que luego vamos descubriendo y entendiendo hasta donde nos es posible. “Exótica” es

"Lejos del cielo"

Imagen
“Lejos del cielo” Por Jorge Zavaleta Balarezo La época en que se ambienta esta película de Todd Haynes -la posguerra en una Norteamérica racista y conservadora- y el propio papel de Julianne Moore como Cathy Whitaker, la protagonista, nos recuerdan el rol que   hizo en una de las tres historias en “Las horas”. La propuesta aquí se amplía en torno a Moore/Withaker y además se alimenta de otras dos líneas narrativas: tanto el descubrimiento de la homosexualidad de su esposo Frank (un Dennis Quaid de notable actuación) como la relación que ella inicia con su jardinero Raymond (el actor afroamericano Dennis Haysbert). Haynes ha elegido el modo más clásico de narrar una historia, e incluso ello se advierte en el diseño de los créditos iniciales y en ese poco usual “The End” que remite a los melodramas del periodo más intenso y tradicional de Hollywood. No en vano percibimos ciertos ecos de “La señora Miniver”, dirigida por el maestro Wylliam Wyler y ganadora del Osc

El arte de Éric Rohmer y el suspense de Hitchcock

Imagen
El arte de Éric Rohmer y el suspense de Hitchcock Por Jorge Zavaleta Balarezo (*) El rayo verde (1986), es una de aquellas incomparables cumbres en la copiosa y rica filmografía del maestro Éric Rohmer (1920-2010), gran animador de la "Nueva Ola", junto a Truffaut, Godard, Chabrol, Rivette y Agnes Vardá, y autor de los ciclos "Comedias y Proverbios", "Cuentos Morales" y "Cuentos de las Cuatro Estaciones" (por cierto, de esta serie, mis favoritos son Cuento de Invierno y Cuento de Verano ). Como parte de esos ciclos, y también de manera independiente, filmes como Mi noche con Maud , Paulina en la playa , La mujer del aviador , La Marquesa de O , Las aventuras de Reinette y Mirabelle , o Las noches de luna llena se caracterizan porque, en ellos, todo el tiempo mujeres y hombres, adultos, adolescentes, núbiles o maduros, conversan, filosofan, teorizan, discuten, hacen comparaciones, o buscan arreglar "citas a ciegas", en tor